jueves, 6 de marzo de 2014

La colonización española de América

es el proceso por el que se implanta en el Nuevo Mundo una administración que pretendía ser imitación o duplicado de la administración peninsular contemporánea.1 La colonización de América fue efectuada sustancialmente por la Corona de Castilla (ligado dinásticamente a la Corona de Aragón) y es la continuación de una primera expansión y experiencia colonizadora del Reino de Castilla en la Islas Canarias, en las cuales ensayó por primera vez a cierta escala la experiencia de conquistar, repoblar y administrar un territorio nuevo, habitado por pueblos desconocidos, asimilándolos y cristianizándolos en el proceso. Así, las tres últimas grandes islas de Canarias fueron completamente sometidas en los años 1478-1483 (Gran Canaria), 1492-1493 (La Palma) y 1494-1496 (Tenerife) aunque el impulso colonizador arranca mucho antes, en las otras islas del archipiélago.. Esta experiencia y la existencia de fórmulas desarrolladas para solucionar los problemas de fundación de nuevas ciudades, pactos y enfrentamientos con los naturales del país, designación y atribuciones de los Adelantados militares, engranaje de los aparatos administrativos: religioso, civil y militar, fueron luego ampliamente usadas en América, tienen sus antecedentes lejanos en la experiencia de la Reconquista y repoblación de la Península Ibérica y explican en parte el extraordinario éxito de la colonización. A partir del siglo XV, los territorios y naciones indígenas fueron incorporados por la monarquía española a través del Descubrimiento y Conquista de América, formando parte de un proceso histórico más amplio denominado mercantilismo, dando lugar al Imperio español en América. A lo largo del siglo XIX, con la caída del absolutismo y la transformación de España en un Estado liberal, tiene lugar la independencia hispanoamericana. Una de las importantes consecuencias de esta colonización fue el mestizaje en América.Los Reyes establecieron una política exterior común marcada por los enlaces matrimoniales con varias familias reales europeas que resultaron en la hegemonía de los Habsburgo en Europa durante los siglos XVI y XVII. Por otra parte el descubrimiento de América a partir de 1492 modificó profundamente la historia mundial.
Desde los asentamientos de las zonas insulares del Mar Caribe como Cuba y La Española, la Corona de Castilla emprendió la colonización del continente americano, estableciendo contactos comerciales con algunos pueblos indígenas de la costa de Venezuela que permiten la fundación de la ciudad de Nueva Cádiz en 1500 en la isla de Cubagua. A dicho reino se le concedió el monopolio real para la exploración y explotación económica de las Américas, en detrimento del resto de reinos hispánicos. Lapidación de adúltero en patio de tecpan. En 1518 una expedición dirigida por Hernán Cortés, llegó a la isla de Cozumel, pasando después por las costas de la Península de Yucatán hasta llegar al río Grijalva, donde se produjo una lucha. El Jueves Santo de 1519 llega toda la armada a San Juan de Ulúa, desde donde se dirige hacia la costa de la actual ciudad de Veracruz. En ese lugar Cortés recibió la primera embajada de Moctezuma Xocoyotzin, gobernante del señorío de Tenochtitlán, fundando allí la Villa Rica de la Vera Cruz. Una vez fundada la Veracruz, Moctezuma le solicitó, mediante el envío de embajadores, detener su marcha. Pero Cortés continuó hacia el interior, el día 16 de agosto de 1519, rumbo hacia al corazón del Imperio azteca. Esta expedición estuvo formada por 400 soldados castellanos, 15 caballos y 1.300 guerreros totonacas. Al llegar a Tlaxcala, Cortés derrotó a Xicotencatl y estableció una importante alianza con los tlaxcaltecas, sumando así más guerreros a su ejército. En su paso hacia Tenochtitlan tuvo lugar la Matanza de Cholula. Poco más tarde se dirigió hacia el Valle de México cruzando entre dos volcanes: el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. Del otro lado, avistó por primera vez el Lago de Texcoco y México-Tenochtitlan. Las fuerzas de Cortés entraron por la calzada de Iztapalapa, siendo recibidas por Moctezuma Xocoyotzin. Una vez hospedados en la ciudad, el huey tlatoani optó por someterse a la Corona en una entrevista privada. A cambio, Cortés exigió ver los libros de tributos y los mapas de la tierra. Entretando, la empresa de Cortés no había pasado desapercibida para Diego Velázquez de Cuéllar, quien envió una expedición capitaneda por Pánfilo Narváez con órdenes expresas de aprehenderlo y llevarlo de regreso a Cuba. Por esta causa, Cortés viajó a Veracruz para luchar contra los hombres de Velázquez. Durante su ausencia, ocurrió la Matanza del Templo Mayor, que encendería la mecha de una rebelión indígena. Moctezuma intentó calmar a la multitud enardecida, pero ésta lo repudió como gobernante y comenzó a lapidarlo. El huey tlatoani fue herido de gravedad y murió, siendo Cuitláhuac nombrado sucesor. De inmediato, organizó un ejército para atacar a los conquistadores. Cortés organizó un plan de escape, pues los aztecas lo habían sitiado en el palacio de Axayácatl. En la noche del 30 de junio de 1520 procedieron a la fuga, pero fueron detectados. Durante el escape murieron ochocientos conquistadores y un indeterminado pero mayor número de indígenas aliados. Este episodio es conocido como la Noche Triste. Un año más tarde, y tras la decisiva batalla de Otumba, Cortés regresó con más tropas y más aliados; los pueblos que una vez habían sido sometidos por el Imperio azteca, se aliaron a los conquistadores españoles y comenzaron a cercar la capital. La ciudad de México-Tenochtitlan fue sitiada durante tres meses y, tras innumerables batallas por tierra y mar, fue finalmente sometida el 13 de agosto de 1521. En la batalla, los castellanos, tlaxcaltecas, texcocanos, huejotzincas, chalcas, cholultecas y demás coaligados causaron bajas al ejército de mexicas en número cercano a 40.000, de acuerdo a las propias estimaciones de Cortés, y referidas en su tercera carta de relación.
En 1776 las trece colonias inglesas en Norteamérica iniciaron un proceso político inédito, declarando su independencia de la metrópoli monárquica europea y creando una república reglada por una constitución escrita, con el nombre de Estados Unidos de América. A partir de 1808, durante la Guerra de la Independencia Española a causa de la invasión napoleónica, los criollos, al igual que los peninsulares en España, establecieron juntas para gobernar las tierras en nombre del rey Fernando VII de España. Esta experiencia de autogobierno, junto con el antecedente de la Independencia de Estados Unidos, y la influencia del liberalismo y las ideas de la Revolución francesa influenció sobremanera al transcurso de la Guerra de Independencia Hispanoamericana (1809-1824), de la que emergieron la mayoría de las repúblicas hispanoamericanas de la actualidad. En América del Sur, las primeras juntas criollas, como las establecidas en La Paz, Virreinato del Río de la Plata (1809), Venezuela (1810), Chile (1810), Nueva Granada (1810) y Quito (1809), fueron reprimidas por las autoridades metropolitanas españolas, causando la derrota de todas ellas. La Primera Junta de Buenos Aires (1810) fue el único gobierno patrio que pudo permanecer, estableciendo una continuidad histórica con los gobiernos posteriores de la Argentina. Desde Buenos Aires comenzó la campaña de secesión del sur del Continente. Dos grandes ejércitos independentistas se formaron y atacaron a las tropas realistas desde el sur y el norte, dirigidos por José de San Martín y Simón Bolívar, para confluir en Guayaquil, donde el mando general de las tropas independentistas sudamericanas quedó en manos de Bolívar. La guerra por la independencia de Sudamérica (Suramérica) se extendió entre 1810 y 1824. En este último año, los realistas, arrinconados en el Alto Perú, fueron finalmente derrotados en Ayacucho por un ejército sudamericano al mando del Mariscal Antonio José de Sucre. Una vez que los pueblos de América de Sur se independizaron de España, y después de complejos procesos, terminaron creando las siguientes naciones independientes de la actualidad: Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Libertador Miguel Hidalgo, líder de la independencia de México y Centroamérica. Los pueblos del Virreinato de Nueva España se iniciaron en 1810 con el Grito de Dolores y también luego de complejos procesos políticos terminaron creando las siguientes naciones independientes de la actualidad: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua. Con posterioridad se independizaría República Dominicana. En 1898, Estados Unidos ganó la Guerra Hispano-estadounidense y ocupó las islas de Cuba y Puerto Rico, terminando con la presencia española en América. Cuba se independizó en 1902, si bien seguiría bajo tutelaje estadounidense hasta 1959, mientras que Puerto Rico fue anexionado como estado asociado a Estados Unidos. Otros territorios de origen hispano, como California, Texas y Florida, fueron anexionados y convertidos en estados de los Estados Unidos. Actualmente, los países de habla hispana y portuguesa de América y Europa, se han organizado en la Comunidad Iberoamericana de Naciones, que tiene su máximo órgano de cohesión en la Cumbre Iberoamericana. Consecuencias de la colonización[editar]

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